jueves, 31 de diciembre de 2009

2010: ¿Año redondo o año en el que me escoño?



Antes de que me vea atragantado por las dichosas 12 uvas que despiden este 2009, aprovecho para inaugurar este blog. De este año que estamos a punto de dejar, no diré gran cosa. Sólo que, en cualquier caso, es muy mejorable. He trabajado todo el año. Sí, de acuerdo. ¡Pero coño, de qué manera!. Creo que he llegado a trabajar más horas en esa redacción de televisión que lo propios negros que buscan durante 14 horas al día diamantes en Sierra Leona. Para los que no conozcáis a qué dedico mi vida, la dedico a buscar frikis. Sin más. Las similitudes entre los de Sierra Leona y yo son más que razonables. Los dos tenemos presión y angustia por encontrar el "tesoro"; Si no tenemos resultados positivos en la búsqueda obtenemos un "merecido" castigo; Pero, lo mejor de todo, es que tenemos "contadas" las salidas para fumarnos un pito o hacer pipí. Pero bueno, como diría la compañía gala del César: C'est la vie, mon amie.
En el amor, el 2009 me ha dado muchas satisfacciones. Una persona que me quiere, a la que quiero yo... pero a la que apenas veo. ¿Cómo se supera eso? Pues echándole mucha imaginación a la historia. Nunca creí que lo haría, pero sí. Yo soy de aquellos que pueden decir: He hecho cibersexo, ¿y qué? No hay tiempo para más. Una voz susurrada, un gemido pronuncionado, un fun fun inesperado... ¡Et, voilá! Pero, ¿qué queréis que os diga? Definitivamente no es lo mismo. Después del acto cibernético tienes como remordimientos, tienes la sensación de haber hecho algo sucio, algo que no debías, algo que no contarías a tu mejor amigo pero que lo publicarías en este blog.
Y, por lo demás, más de lo mismo. El 2009 lo inicié con pretensiones tan dispares como ponerme cañón, dejar de fumar y aprender inglés, al estilo "Bridget Jones". ¿He conseguido algo de esto? Pues no, pero la culpa realmente la tengo yo. Tengo que pedir para el 2010 cosas más esenciales, más humanas, mucho más simples. Como se suele decir en mi pueblo, menos trabajar, más jeringar (en persona) y dedicar el tiempo a lo que uno realmente quiere. ¡FELIZ 2010!